Los fertilizantes orgánicos se derivan de materiales vegetales o animales. Se obtienen por transformación en abono del estiércol animal, de los restos vegetales después de cosecha o de los restos orgánicos. Si han sido tratados de manera conveniente pueden proporcionar muchas ventajas a la salud pública debido a que su producción elimina un material de desecho que, de otro modo, constituiría una fuente de contaminación bacteriana.

Las materias primas generalmente utilizadas para la producción de fertilizantes orgánicos incluyen:
• Estiércol animal
• Restos de la recolección
• Desechos orgánicos
• Cieno/biosólidos (desechos humanos)